Soy Marc Santanach, coautor de Steam States de la editorial Edge Entertainment. Tengo 32 años, soy maestro de educación infantil y trabajo como coordinador en el Planetario Municipal de Barcelona.
Empecé a jugar a rol cuando tenía unos 12 años. Mi primera partida fue a Warhammer Fantasy 2ª edición, dirigida por una compañera de clase en secundaria. Mi personaje, un troll incomprendido salvó a la princesa y la partida, fue maltratado mientras que el mago del grupo, que casi se carga a la princesa, se llevó todo el mérito.
Actualmente, sigo trabajando para ampliar la línea de Steam States, así como algún que otro proyecto. Me encanta pasar el tiempo con mis hijas, el airsoft y, por supuesto, jugar a rol, aunque ya no tengo tanto tiempo como solía.
1. Tu juego favorito:
Mi juego de rol favorito es Steam States (sé que es barrer para casa pero tiene una explicación). Después de esa partida con la que me inicié y, ya conociendo a Ángel, descubrí que él también jugaba a rol. Gracias a este descubrimiento, me uní a su grupo de juego. Durante estos 20 años hemos probado muchos juegos, pero aquel que siempre ha estado ahí y con el que he vivido mis mayores aventuras ha sido Steam States, de la mano de su creador. Otro juego que también me apasiona, por las grandes partidas que me ha ofrecido, es La Leyenda de los Cinco Anillos.
2. Tu ambientación favorita:
La ciencia ficción. He crecido bajo la influencia de un padre al que le encanta Star Trek y que de pequeño me contaba historias de cuando él era mayor y capitán del U.S.S. Enterprise. Sin duda, esta influencia ha hecho que una de las ambientaciones que más me inspire sea la ciencia ficción.
3. ¿Qué lado de la pantalla prefieres: Master o jugador?:
Los dos lados, aunque suelo ser jugador. Creo que cada lado de la pantalla tiene sus virtudes. Como jugador, me encanta meterme en el papel del personaje, investigar y profundizar para que el personaje cobre “aún más vida”. De hecho, siempre he considerado este esfuerzo como una recompensa al Master que se trabaja la partida para que todo el grupo disfrutemos. Como Master, me encanta explorar la ambientación y sus opciones para que los jugadores se sientan libres de obrar en el mundo en que se encuentran.
4. Tu tesoro o pieza de equipo predilecto:
Mis personajes suelen coger un especial cariño hacia su arma principal, normalmente espadas (al fin y al cabo, es lo que acaba permitiéndole sobrevivir). Si me preguntas cuál ha sido el mayor tesoro que ha tenido uno de mis personajes, te diría que un dragón. Más que un tesoro era un aliado, pero como personaje se sentía orgulloso y responsable de tener el favor de tan mítico ser.
5. Tu muerte más épica:
En lugar de una muerte épica, te explicaré una consecuencia de la mala fortuna de una compañera. Estábamos en una fortaleza subterránea, buscando el ataúd de un gran héroe de la antigüedad, con el fin de despertarlo y solicitar que se uniese a la contienda que se libraba en ese momento en el mundo. De repente, apareció un poderoso kraken. Mi personaje, embutido en una armadura y lanza en ristre, cargó hacia el temible animal cuando, de repente, una compañera de equipo decidió disparar con su potente revólver. Por desgracia, su disparo golpeó el techo provocando un derrumbe sobre mi cabeza. Mi personaje, atrapado por los escombros frente al kraken, acabó siendo aplastado por sus tentáculos. Podemos decir que mi personaje se convirtió en una lata de conservas.
6. Clase de PJ:
Normalmente, me decanto por clases guerreras con las que estar en primera línea de fuego. Entre ellas, he disfrutado mucho el arquetipo mercenario o caballero. Otro personaje con el que he disfrutado mucho ha sido con un Lasombra con Camino de Reyes en Vampiro Edad Oscura, o con un gnomo pícaro en D&D. La clase suele determinar el lugar que ocupas o tu función cuando estás enfrentándote a adversarios o al mundo; sin embargo, si algo intento con cada personaje, es que cobre peso narrativamente hablando, ya sea por acciones o conocimientos dentro del entorno en que se desarrolle.
7. La partida que recuerdes con más cariño:
La partida que con más cariño recuerdo se emplaza en Arkann, ciudad capital Minotaura de Linaes. Llevábamos ya 4 años reales de campaña y por fin llegábamos a su fin. Todos los hilos que se habían hilvanado durante 4 años nos habían llevado a ese lugar y momento. Mi personaje, Riley Lodaram, había empezado su aventura como mercenario, pero a lo largo de sus andanzas había encontrado un fin mayor como guardián de la Elegida (una humana destinada a salvar el mundo donde se crió: Linaes). Finalmente, la guerra se encontraba en su punto álgido. Frente a las murallas de Arkann se reunían los ejércitos aliados tauro, endhero y enviados del Viejo Mundo de la West Fargo, dispuestos a defender la capital de las fuerzas drakonianas lideradas por Arvaal Sanguinus. La batalla fue épica, pero al final, en un último esfuerzo, la Elegida dio su vida para acabar con el líder enemigo.
Aún recuerdo cómo, en la última escena, mi personaje cargaba su cadáver y sobrevolaba la ciudad a lomos de Sinary, su dragón. Desde el aire pudimos ver el final de la guerra, cómo el bien prevalecía sobre el mal pese a los estragos causados… y cómo la diosa Zhenoghaia se aparecía y sonreía mientras una lágrima recorría su mejilla. Allí, frente a las murallas de la capital, nuestras armas clavadas en el suelo, se convirtieron en piedra. No solo fue la escena y la música que Ángel, nuestro Master, había elegido; supongo que el hecho de que todo lo realizado hasta el momento y todo lo sufrido al fin había servido para cambiar las cosas, se convirtió en un momento muy emotivo que ningún jugador en esa mesa olvidará jamás.
8. La partida en la que preferirías NO haber estado:
En realidad no hay ninguna partida que prefiera olvidar. Sí que puedo decir que es mejor no llevar a cabo ninguna partida si el máster está exageradamente falto de sueño…
9. Tu dado favorito:
El d10.
10. Tu PJ más mítico:
En realidad, guardo la ficha de todos mis personajes. Si tengo que decidirme por un solo personaje, ese sería Riley Lodaram, un elfo mercenario que durante cuatro años de campaña, encontró su lugar en el mundo.